Comentario
En la misma línea de colosalismo que el Artemision de Efeso, desde el punto de vista de las proporciones, hemos de situar el Templo de Apolo en Dídyma, en las cercanías de Mileto, vinculado a un antiguo oráculo de Apolo. Los milesios no quisieron ser menos que los samios y los efesios, e incluso aspiraron a rivalizar con ellos erigiendo en honor de Apolo un templo díptero semejante a los construidos por aquéllos.
La novedad principal es la conversión del templo propiamente dicho en un espacio descubierto, dentro del que se sitúa una capillita o naiskos para la imagen de culto. Esta especie de patio iba delimitado por un muro, de modo que desde el exterior daba la impresión de tratarse de la cella, puesto que, además, a su alrededor se dispone la doble perístasis. Como en el Artemision de Efeso, la parte inferior de los fustes iba esculpida, en este caso con figuras de korai jónicas. Magníficos los capiteles y las basas, que hacen gala de todo el refinamiento inherente a tan costosa arquitectura.